lunes, 29 de abril de 2013


Viaje al País Vasco.

    El viaje desde un comienzo no suponía nada nuevo para mí. Pero lo que suponía un viaje a mi tierra, a zona conocida, supuso el descubrimiento de muchas nuevas experiencias con gente desconocida hasta hace unos pocos meses.
    Comenzamos el viaje muy temprano desde el intercambiador de Moncloa, no fuimos en el mejor autobús y a pesar de llegar dos horas tarde a nuestro destino, no mermaron nuestras ganas de disfrutar y aprender. Después de la comida, comenzamos a hacer los primeros dibujos del viaje en los alrededores del Guggenheim hasta que la lluvia lo impidió. Por la tarde, indagamos por el interior del museo. La verdad es que, tras los ejercicios hechos en clase, he de decir que encontré mucho mas atractivo este edificio que para mi era mucho menos que desconocido. Me despertaron mucho interés tanto las formas onduladas, patentes en el exterior como en el interior, como la entrada de la luz, algo muy trabajado en este cuatrimestre, pero también me gustó indagar en la estructura del edificio, viendo como se sujetaban aquellas extrañas formas características del edificio. Tras el Guggeheim retomamos el viaje y llegamos a Donosti. Aquella noche fue la primera de mayor contacto con el grupo de clase, tras cenar en un bar, salimos a tomar unas copas por el centro de Donosti.
   El segundo día de viaje visitamos el Kursaal, edificio también as que conocido para mí pero en este caso no había entrado nunca y la verdad es que me llamó mucho la atención la entrada de la luz a edificio. No solo sino también, e pareció interesante el contraste de la forma exterior del edificio con la interior. Además, hablando con Ivan y Fernando aprendimos mucho sobre la composición del edificio y fue algo que me gustó mucho. Tras ello, fuimos de pintxos por la parte vieja de Donosti. Mas tarde, un grupo fuimos a la zona del puerto, donde disfrutamos de las preciosas vistas de la bahía de la concha e hicimos algún dibujo antes de dirigirnos hacia el peine de los vientos. Una vez allí, realizamos algunos dibujos inspirándonos en el paisaje que ante nosotros se descubría, mientras el mar chocaba contra el muro que nos separaba del mismo. Esa noche disfrutamos de una increíblemente rica cena en un típico sidrería vasca. Aquí aprendimos a escanciar sidra y como la noche anterior, fue uno de los momentos en los que mas contacto tuvimos entre todos y en este caso, también con los profesores. Tras la sidrería fuimos a la parte vieja.
   El domingo fuimos al museo de Oteiza, donde me gusto ver como una persona dedicó su vida al ejercicio que hemos estado haciendo este cuatrimestre y mas tarde, retomamos el viaje hacia Madrid.
   En conclusión, puedo decir que el viaje no fue en vano hacia lo conocido, sino que aprendí mucho pero también disfrute de un fin de semana "libre", escaso entre los estudiantes de arquitectura, disfrutamos de la compañía de los demás y de conocer gente que de no ser por este oportunidad no se nos habría dado la posibilidad. Por otro lado, he descubierto algo que me gusta mucho pero que hasta ahora no había practicado nunca, dibujar; sobre todo el dibujo de acuarela es algo que me llama mucho la atención y que me gustaría mejorar a lo largo del tiempo.
  A continuación adjunto los dibujos realizados durante el viaje:

   Bilbao, Guggenheim:










Kursaal






Bahía de la concha desde puerto:


Peine de los vientos:



Museo de Oteiza:




Como se puede observar, las técnicas utilizadas son variadas, tanto acuarela técnica que mas me gusta y con la que en mi opinión mejor resultados obtuve, como pentel o un simple lapicero para aquellos lugares a los que no se podía acceder con mucho material.


No hay comentarios:

Publicar un comentario